Con el paso de los años el ser humano tiene una fuerte
tendencia a acumular artículos inútiles o innecesarios pues ha hecho de su vida
una especie de vitrina en la que exhibe trofeos alusivos a
historias inconclusas, relaciones pasadas, duelos, momentos que significaron
alegría y vínculos rotos. Todos tenemos un rincón intocable el cual atiborramos
de objetos para sentir que llenamos dentro un vacío emocional o nos alejamos de
la tan aterradora soledad, ahora bien en las mujeres es altamente probable que
el closet sea ese espacio de difícil acceso en tanto es una hermosa forma de
auto-biografía física que narra mil y un historias sobre nosotras de manera
tácita y sencilla; cada una de las prendas nos evoca algún recuerdo, alguna
emoción e incluso nos dice por qué jamás las usamos, de hecho si lo piensas en
profundidad cuando vivimos de pelea con nuestro armario, el conflicto es con
nosotras mismas en tanto deseamos intensamente una transformación que a nivel
externo o va muy rápido o se está demorando en aparecer.
Si bien todos deberíamos estar absolutamente agradecidos por
tener la abundancia de prendas que solemos poseer, es fundamental desmitificar la
arraigada creencia cultural en la cual "un closet atestado de artículos es
la fuente de felicidad femenina más grande", por el contrario la angustia
matutina de no saber cómo vestir y el decantarnos día a día por las mismas
opciones termina afectando nuestra imagen personal de múltiples formas, por esa
razón una vez tenemos claro lo importante que es combatir el exceso y en
últimas el desorden producido por
acumular ropa, zapatos o accesorios, comprendemos también que un buen fondo de armario
es aquel en el cual nuestra personalidad está plasmada en cada una de las
prendas y por ello encontrar conjuntos favorecedores no es una misión
complicada.
Si eres de esas personas que alguna vez se has planteado en
qué manera realmente necesita aquello que
está a punto de comprar, te invito a que vayas más allá y reflexiones ¿Cuántas veces has adquirido los mismos
pantalones simplemente porque no recuerdas tener unos idénticos en casa? O aun pero ¿has
sentido la máxima indecisión a la hora de seleccionar entre 2 prendas pues no
sabes a cual le sacarías mayor provecho? Ten presente que en la tienda sólo te
proveen de un artículo y de ti depende si podrá tener una larga vida de uso o
si será un alimento más para las polillas, además en tu closet debe haber espacio
para todo menos para las dudas.
Haz las paces con tu ropero y sigue estos
sencillos tips para mejorar tu experiencia organizadora produciendo en tu
interior un sentimiento genuino de libertad gracias a la sensación de ligereza
que poco a poco irás despertando:
1. Desocupa por completo las estanterías. Si vas a limpiar que sea de verdad, quita el polvo y de ser posible deja que entre el aire por un par de horas. Algunas mujeres desinfectan los rincones con productos aromáticos, sin embargo yo prefiero aromatizantes naturales como los clavos de olor o una bolsita de tul con un poco de canela.
2. Cada cosita va en su casita. Delimita los espacios y ten muy presente que cada centímetro cuadrado cuenta, por eso asume esto como un honor que le haces a cada artículo al regresarlo de nuevo a su repisa, pues no cualquiera tiene derecho a ocupar espacio en tu vida y mucho menos para hacer estorbo.
3. Planea y sé estratégica. Es importante que previamente alistes al menos 3 bolsas plásticas y las marques con los siguientes rótulos: Basura, Donación y Arreglos. Adicionalmente, debes ubicar un centro de reciclaje textil para la basura, una fundación que reciba tu donativo y un sastre de confianza quien modifique tu ropa para que finalmente te quede bien.
4. Solo se queda, lo que en verdad me queda. Si aun conservas prendas en las cuales ya no entras, te invito a
que aprecies tu cuerpo y si en algún punto llegas a bajar de peso ¿Qué mejor
recompensa que ropa nueva? Aquello que no has utilizado por más de 6 meses
tiende a ser anticuado o simplemente ya no te representa, y cuando decidas liberar ese espacio te auguro el arribo de nuevos y magníficos artículos que si podrás lucir a día de hoy.
5. Zapatos y bolsos son harina de otro costal. Antes de guardarlos elimina las impurezas, si son de cuero dales una buena embolada, si son de otro material como la tela debes lavarlos periódicamente. Los bolsos es bueno mantenerlos rellenos para que no pierdan su forma (algunas abuelas recomiendan llenar una bolsa plástica de papel periódico arrugado, cerrarla en un nudo y meterla dentro de cada bolso antes de depositarlo en su respectivo lugar).
Tip de Zapatero: para que los zapatos no adquieran mal olor deposita una bolsita de té en su interior antes de regresarlos a su estantería.
Tip de Zapatero: para que los zapatos no adquieran mal olor deposita una bolsita de té en su interior antes de regresarlos a su estantería.
Por último quiero invitarte a que no tengas miedo, si en
algún punto sientes remordimiento pregúntate ¿Qué es lo peor que puede pasar si
me deshago de este artículo que evidentemente ya no me está aportando? Y si
esto no sirve simplemente piensa que cuanto más espacio libre dispongas ¡más
shopping podrás realizar!
Si deseas ir más allá y concretar una sesión de limpieza profesional de armario escribe un correo a ComercialLCimagen@gmail.com y agenda tu cita.
Si deseas ir más allá y concretar una sesión de limpieza profesional de armario escribe un correo a ComercialLCimagen@gmail.com y agenda tu cita.
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