sábado, 29 de marzo de 2014

El negro no es la mejor opción...

Durante décadas miles de mujeres se han atado a un único color para sentirse atractivas, delgadas e incluso elegantes: el color negro. Y es que la devoción que despierta esta ausencia de color se hace evidente desde diversas partes de planeta sin importar raza, cultura o religión, mujeres tanto del sur como del norte se entregan sagradamente al uso de prendas negras bajo múltiples consignas, pero alguna vez nos hemos puesto  pensar ¿cuál es la realidad detrás del uso de este color?

Para responder a esta pregunta, yo suelo remitirme a la época de la gran Coco Chanel quien además de ser una admirable diseñadora sufría de un gran repudio que carcomía su alma... El odio profundo hacia la clase más pudiente y su inmensa obsesión por la elegancia son elementos que quedaron indiscutiblemente marcados en su legado y como no, en nuestra cultura. Por ejemplo, uno de los elementos más característicos de ésta gran mujer es sin lugar a dudas el “Little black dress” con el cual logró enlutar a toda una generación de damas de la alta sociedad, quienes por mera herencia han impuesto a las generaciones futuras la indiscutible importancia de un guardarropa predominantemente oscuro.

Si ustedes son leyentes asiduo de mi blog se preguntarán ¿Por qué esta crítica a un color que incluso ella usa con cierta regularidad? Y la respuesta es simple: Hoy hace año y medio mi abuelo (la persona que más he querido en este mundo) falleció… Y debido a que mis atuendos suelen reflejar mis estados de ánimo durante 3 meses vestí únicamente de negro… Fue una temporada difícil para mí y mi familia (mi abuela vistió con este color durante un año consecutivo), sin embargo una vez se cumplieron los 3 meses ya no podía soportarlo más y volví poco a poco a la vida usando colores pastel combinados con alguna prenda negra, finalmente un par de meses más tarde pude volver a mi explosión de brillo y en últimas se podría decir que volví a ser yo misma. Les cuento todo esto porque me sorprende la manera en que una multitud de fashionistas únicamente visten de este color al considerarlo adelgazante, chic o sofisticado, es como si el único color que vieran en las tiendas fuera este y decidieran vivir en luto eterno (algunas sin siquiera haber experimentado una pérdida significativa).


Como dicen por ahí “para gustos los colores” y definitivamente yo no podría vivir mi vida de manera exclusiva desde la ausencia de color… Amo los contrastes y las combinaciones, por eso considero no es fortuito me encanten diseñadores como Agatha Ruiz de la Prada o La increíble Lilly Pulitzer quienes ¡colorean el mundo un armario a la vez! Ahora bien si hablamos desde una perspectiva puramente fashionista, las más expertas sabemos que el uso de un vestido negro es una solución facilista al “no sé qué ponerme hoy”, por lo cual no es de admirar a una viuda negra que se considera la más glamurosa del lugar en tanto no requirió mayores esfuerzos el sacar adelante ese look.. Por el contrario deberíamos elogiar a esas grandes Diosas de la calle quienes rompen el molde luciendo espectaculares conjuntos llenos de luz y color, marcando la parada en términos de lujo y sofisticación. 



No importa el clima o el lugar donde vivas, usa un poco más de color y asume el verdadero reto fashionista de ser una diva feliz!

Xo

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